El 24 de junio, las páginas del calendario se tiñen de fe y recuerdo al resaltar a quienes, entre sacrificios y devociones, se convierten en ejemplos a seguir en la senda de la espiritualidad.
El día de hoy es especial en el corazón de la fe católica, un momento para recordar esas vidas que han dibujado un camino imborrable por su entrega y santidad. Claro, hablamos de la Natividad de San Juan Bautista y otros que con su historia marcan diferencias enormes en cómo vivimos la fe.
El mismo San Juan Bautista tuvo una existencia de muchas privaciones, pero fue la voz que clamó en el desierto y quien tuvo el honor de bautizar al propio Jesús. Es admirado y querido con mucha razón.
Un día para no olvidar a San Juan Bautista
Lo de San Juan Bautista es para mucho más que una fiesta; es un llamado a la conversión, la penitencia. Su manera de vivir, su postura frente al mensaje de salvación es un recuerdo constante de lo que significa ser fiel a una convicción.
Su fue historia una que conecta las Escrituras, una pieza angular que une lo viejo con lo nuevo. La despertó una trascendencia que perdura, nos enseña a tener el espíritu y el corazón listos para aceptar la verdad de la salvación.
Historias que inspiran este 24 de junio
No sólo recordamos a Juan Bautista; otros le siguen, como el valiente San Rumoldo, que murió por la fe. También está Santa María Guadalupe García Zavala, 'Madre Lupita', canonizada hace poco por su trabajo con los pobres y los enfermos, un alma de amor y humildad.
Otros santos tienen su espacio también, como San Simplicio o incluso los menos conocidos como San Goardo y la Beata Delia Tétreault. Todos ellos, junto con San Teodgar de Vestervig y muchos más, son el reflejo de las ricas tradiciones que hacen crecer la fe por todo el mundo.
El día de hoy destaca hombres y mujeres que, más allá de sus épocas, siguen siendo luz para quien busca ejemplo en la virtud y el servicio. Es un llamado, una cigüeña que nos invita a meditar en el valor de sus historias y a buscar inspiración para nuestra jornada de vida.
Si hablamos de aportes culturales y espiritualidad, claro que hay mucho qué decir sobre estos tiempos de conmemoración en la figura de los santos. La variedad de sus vidas y lo que nos dejaron muestran los muchos senderos hacia algo tan aspiracional como la santidad. Y aunque cada quien tenga sus creencias, las enseñanzas que nos dejaron pueden servirnos hoy para ser mejor sociedad.
Las virtudes que estas figuras ejemplifican como generosidad, coraje frente a la adversidad o el sacrificio son lecciones de vida. Estos santos no comprendían de tiempos, sus legados siguen resonando y pueden abrir diálogos inclusivos que ayuden a entender de mejor manera lo humano.
Nos preguntamos, y te preguntamos, ¿cómo puede el ejemplo de los santos moldear nuestra sociedad de hoy? ¿Tienen lugar sus historias mientras afrontamos desafíos actuales? Tu opinión nos interesa.
"La santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer ordinarias con amor y fe", una frase que bien podría haber sido pronunciada por cualquiera de los santos que hoy, 24 de junio de 2024, la Iglesia Católica recuerda y celebra. En efecto, cada uno de ellos, desde San Juan Bautista hasta Santa María Guadalupe García Zavala, encarna esa extraordinaria capacidad de transformar lo cotidiano en un camino de fe y devoción. Ellos nos recuerdan que la verdadera grandeza no radica en actos heroicos aislados, sino en la constancia de un amor que se traduce en servicio y entrega. En tiempos de incertidumbre, mirar hacia estas figuras puede ser un faro de esperanza y un recordatorio de que la fe, en sus múltiples expresiones, sigue siendo una fuerza transformadora en el mundo.